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TREN

Cochabamba, centro del proyecto del tren bioceánico

Con $us 14 mil millones de inversión, el Corredor Ferroviario Biocéanico de Integración generará la unión comercial entre los puertos de Brasil y Perú, pasando por Bolivia. Los mandatarios de los países involucrados aceleran las acciones

El Ministro de Obras Públicas, Vivienda y Servicios, Milton Claros, es claro al manifestar que el tren bioceánico es un proyecto estratégico de la región, al punto que los países del Mercosur lo han definido así. En ese camino, la autoridad sostiene que se está trabajando en consolidar la secretaría técnica del proyecto, que funcionará en Cochabamba.
“Se ha definido a través de los cinco países que somos miembros del grupo operativo, que la secretaría tenga sede en Cochabamba y estamos consolidando eso ahora”, destaca la autoridad gubernamental, quien incluso cuenta con una oficina en esta ciudad, donde hay varios profesionales trabajando.
Para el avance del Corredor Ferroviario Biocéanico de Integración (CFBI), quedaba pendiente un acuerdo con Brasil que se firmó el 30 de octubre con la presencia de los presidentes de Bolivia y Brasil.
En entrevista exclusiva con LIBRE EMPRESA, el Ministro Claros revela que se están “viendo alianzas con inversionistas y desarrollando alianzas con nuestros empresarios nacionales para que después podamos trabajar con empresarios extranjeros y se puedan sumar a este proyecto de inversión, donde cada uno, en base al aporte que tenga, pueda recuperar sus ganancias”.
El proyecto, por su envergadura, tendrá una duración de entre cinco a siete años, lo que significa que es de mediano y largo alcance, para concretar la consolidación del Corredor y se estima una inversión de $us 14 mil millones en infraestructura de la vía férrea y de los Hub portuarios.
Antecedentes
La propuesta boliviana del Corredor surgió como una alternativa a una iniciativa propuesta por China, que consiste en un tren bioceánico entre Brasil y Perú a través de la Amazonía.
Los costos del proyecto de Bolivia son los señalados por el Ministro, muy por debajo de los $us60 mil millones calculados para concretar el plan chino, que uniría a los puertos del norte de Brasil con sus pares del norte peruano.
El proyecto boliviano prevé conectar los puertos de Santos e Ilo, al sur de Perú, cruzando el territorio boliviano. Parte del proyecto ya es realidad, pues existe una línea de tren entre Santa Cruz, en Bolivia, y el Mato Grosso.
China, Brasil y Perú firmaron en mayo de 2015 un convenio para evaluar un proyecto de tren bioceánico de 8 mil kilómetros. El trazado inicial, hecho por China, que se ofreció para financiar el proyecto, no pasa por Bolivia. Ante ello, el gobierno nacional boliviano decidió hacer su contrapropuesta.

Recuento histórico
De acuerdo al boletín “Nuestro QhapaqÑan Integrando la región”, del Ministerio, el CFBI es la alternativa más viable y factible frente a otras que se presentan. Es llamado el canal de Panamá del Siglo XXI y los estudios demostraron que es una opción eficaz y concreta, además de ser amigable con el medio ambiente.
Perú, en la reunión binacional llevada a cabo el 4 de noviembre del pasado año, fue el primer país en incorporarse a este megaproyecto. Posteriormente, lo hizo Paraguay, el 2 de enero de este año, firmando un Memorándum de entendimiento en ese país vecino. El 21 y 22 de marzo se llevó a cabo la Reunión Técnica y Plenaria sobre el CFBI en Bolivia, donde participaron Perú, Brasil, Paraguay, Uruguay y Alemania, donde se firmó un Acta de Entendimiento, formando el Grupo Operativo Bioceánico y se acordaron reuniones mensuales mediante Videoconferencias. Más tarde, el 21 de abril de 2017, se incorpora a este megaproyecto Uruguay por medio de un Memorándum firmado en el vecino país.

La iniciativa boliviana
Se proyecta que por el Corredor se transporten 20 millones de toneladas de productos, además de trasladar a seis millones de pasajeros. “Hay buenas perspectivas, hemos generado alianzas interesantes con Europa. Suiza firmará el 14 de diciembre un memorándum de entendimiento. Alemania también está en esto, así que las condiciones son muy buenas”, afirma Claros.
Muy pocas veces (tal vez sea la primera vez) Bolivia ha podido presentar un proyecto tan grande con un enfoque de integración tan concreto y que además ha atraído la expectativa de inversionistas europeos, y es con ese objetivo en la mira que el Ministerio está trabajando.
Los temas de coordinación entre países es bastante pesado y complicado, pero el objetivo, indica Claros, es poder iniciar obras en 2018 en algunos frentes. Bolivia ya está ejecutando el tramo de Montero a Bulo Bulo y falta ver la acción de los países vecinos.
El Ministerio, a través del Viceministerio de Transportes, ha ejecutado el Componente I: “Estudios Ferroviarios del Programa de Preinversión en Proyectos Estratégicos de Transporte”, mediante el Contrato de Préstamo Nº 2498/BL-BO con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por $us 6.800.000.
Por su parte, el Gerente de Relaciones Externas de Ferroviaria Oriental S.A., Ángel Sandóval Salas, expresa que los ferrocarriles bolivianos están comprometidos con el proyecto y participan activamente desde su conocimiento y experiencia técnica, para hacer realidad este anhelado proyecto de integración regional.

El impacto en Bolivia
Los ferrocarriles bolivianos, según Sandóval Salas, comprenden una malla ferroviaria de trocha métrica de 3.520 Km de vía, divididos en dos redes que aún no están conectadas, la Red Andina de 2.276 Km y la Red Oriental de 1.244 Km.
En la Red Oriental está en fase de construcción un ramal de 150 Km desde Montero (Santa Cruz) hasta Bulo Bulo (Cochabamba), para poder viabilizar la logística de exportación de úrea, desde la Planta de Úrea y Amoniaco de YPFB hasta Puerto Quijarro. Este ramal es un paso estratégico importante en la futura interconexión en ambas redes, como parte del CFBI.
Los principales productos que transportan los ferrocarriles bolivianos son, en orden de importancia, soya y derivados, minerales, hidrocarburos, fierro y acero de construcción, cemento, maíz, trigo y derivados, además de otros productos de importación.
“Bolivia se convertiría en el eje de integración ferroviaria, logrando los ferrocarriles bolivianos un crecimiento en términos de infraestructura, equipamiento, tecnología, logística y tráfico de cargas”, anticipa Sandóval.

Futuros resultados
El CFBI tendrá diversos efectos multiplicadores, entre los más importantes está la generación de fuentes de empleos tanto en la construcción y desarrollo de la infraestructura como en la operación del corredor.
Los $us 14.000 millones tendrán efectos multiplicadores en otros sectores económicos. Se producirá un mejoramiento y modernización de la infraestructura ferroviaria, elevando el estándar de la vía férrea a niveles de ferrovías modernas del mundo.
Se producirá una renovación del material rodante, locomotoras y vagones; convirtiendo a los ferrocarriles bolivianos en los denominados trenes pesados de gran escala. Junto al cambio de maquinaria vendrá la incorporación de nuevas tecnologías tanto en la infraestructura, equipamiento y operación ferroviaria, elevando el estándar internacional de nuestro país.
Además del cambio tecnológico habrá un desarrollo de una cadena logística internacional basada en el ferrocarril y especializada en grandes volúmenes de carga, mejorando el índice de competitividad logística en Bolivia y la región.

Monica Briançon Messinger

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