Experta propone al Balance Social como herramienta para conducir negocios
La Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban), junto a la especialista María Julia Arana, realizó un curso destinado a conocer los beneficios que trae la elaboración de reportes basados en actividades de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), sobre la base del GRI (Global Reporting Initiative, por sus siglas en inglés).
Arana explicó que las directrices del GRI han ido ganando terreno en los últimos diez años como la metodología de reporte más usada. La cantidad de reportes que usan GRI ha crecido exponencialmente, de 4 mil publicados con GRI en 2010 a 40 mil en 2017.
GRI nace el año 2000 con el objetivo de ser un instrumento de referencia en reportes de sustentabilidad, así como las memorias financieras tienen sus propias metodologías de reporte.
El valor agregado del GRI es que permite establecer un punto común entre las empresas sobre qué medir y reportar en temas de sustentabilidad. Además, facilita el camino para la comparación con otras empresas y para medir el desempeño en su evolución en el tiempo.
Propone el uso de esta herramienta para que las entidades financieras no se sientan como “en una isla”, sino que para que vean que su accionar, dentro de un contexto social, rinde beneficios.
Arana sostiene que ya no es suficiente desarrollar actividades de RSE, sino que ahora es importante medir su impacto, ya que con una sola acción se puede generar un cambio importante en toda la infraestructura donde se enfoca la RSE.
Banca boliviana a la vanguardia
En Bolivia, la regulación de la RSE está vigente desde 2013, cuando la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) aprobó un Reglamento de RSE para las entidades reguladas y más tarde muchos de estos conceptos y las obligaciones fueron incluidos en la Ley de Servicios Financieros Nº 393, bajo la denominación de Función Social.
Lenny Valdivia, directora de la ASFI, explicó en su momento que “nuestra normativa establece que no se quiere ya que las entidades financieras continúen haciendo solamente acciones de filantropía, queremos sobre todo que estos programas de responsabilidad social estén enmarcados en tres áreas específicas: el área económica, social y medio ambiental…”.
Sobre esto, Arana indicó que en Latinoamérica no hay este tipo de legislaciones y que los indicadores son muy adelantados. “La legislación ha recogido todas las buenas prácticas y las ha elevado a rango de ley, por lo que sugiero que la entidad tiene que consultar cuáles son las principales demandas que cumplir y según sus clientes y mercados realizar su RSE”.
Añadió que la ley obliga al diálogo, por lo que es importante preguntar sobre las necesidades del sector al cual llega determinado banco y de ahí en adelante efectuar una o varias acciones de RSE.
La expositora
María Julia Arana Sema es licenciada en Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires. Graduada de la VIII edición del Programa de Capacitación Ejecutiva en Responsabilidad Social y Sustentabilidad Empresaria de la Universidad de San Andrés. Tiene certificaciones en GRI G4 (Global ReportingInitiative) e ISO 26000.
Desde 2011 es coordinadora de contenidos de ComunicaRSE. Ha participado en las últimas siete investigaciones anuales del equipo de investigación.