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SALARIO

Incremento salarial 2019: el debate sobre la mesa

Mientras la dirigencia obrera plantea un elevado incremento del 12% al salario básico y 10% al mínimo nacional, para la presente gestión 2019, los empresarios plantearon un 2% de aumento. 

Como todos los años, este próximo primero de mayo, Día del Trabajador, el Gobierno anunciará el porcentaje de un nuevo incremento salarial para los trabajadores bolivianos.

En una ocasión, el presidente Evo Morales reconoció que cuando era dirigente sindical, pensaba que los gobiernos tenían la obligación de incrementar los salarios, tal y como lo pedían los trabajadores, a través de la Central Obrera Bolivia (COB), pero que habiendo llegado al poder se informó a través de sus ministros y asesores económicos que eso no podía ser posible, por las diferentes consecuencias, entre ellas la inflación.

Sin embargo, pese a ello, en sus 13 años de Gobierno aprobó incrementos salariales mucho más elevados que en anteriores gestiones, e incluso, cuando hubo el boom de los precios de las materias primas y la economía boliviana vivió una bonanza económica, aprobó a favor de los trabajadores el pago de un segundo aguinaldo.

Como no podía ser de otra manera, el empresariado privado boliviano todos los años expresó su rechazo y protesta, pero las medidas de incrementos salariales se impusieron desde el Ejecutivo, al punto que hoy, el Salario Mínimo Nacional (SMN) subió de 500 Bs el año 2005 a 2.060 en 2018.

“En los últimos diez años, el SMN ha tenido un incremento en un promedio de un 14% anual, esto quiere decir que no solamente se ha repuesto la pérdida del poder adquisitivo del salario, medido por el aumento del Índice de Precios al consumidor (6,4% promedio anual), sino que ha sido superior al IPC con un 8,74% promedio anual”, explica el analista económico Oscar Buendía, gerente general de la Fundación Hecho en Bolivia. 

Agrega que este aumento, de más del 8% promedio anual, se convierte en un incremento real del SMN, pero, esta apreciación salarial determinada por la Política Salarial del Gobierno se convierte en un privilegio y sólo de beneficio a los trabajadores del sector público como privado que gozan de un empleo fijo-formal con beneficios sociales. 

“Y que hay de la mayoría de la población económicamente activa, más que todo joven que no encuentra empleo? Para ellos es cada vez menos la posibilidad de que encuentren un empleo en Bolivia, a no ser que estudien y busquen trabajo con sueldo estatal como: Magisterio, Militar, Policía, Salud entre otros”, sostiene el economista.

 

El efecto del incremento

Desde el punto de vista económico, es evidente que a través de un incremento salarial se impulsa la demanda agregada, ya que existe un aumento de circulante en el mercado y capacidad de compra de productos; sin embargo, según Buen día, los incrementos no van en relación de la productividad y/o incremento de la oferta productiva.

“Más se puede apreciar en un aumento de la demanda agregada que favorece a la compra de productos de países vecinos-extranjeros, por lo tanto, cada vez nuestro país se hace dependiente de productos extranjeros. Sólo como referencia: nuestro pan de batalla, el de consumo masivo diario, no incorpora ni el 50% de valor agregado de origen nacional; es simple, miremos en nuestros hogares qué productos compramos”, observa.

Mientras en los primeros días de abril la dirigencia obrera planteó un elevado incremento salarial al Gobierno, para la presente gestión 2019, los empresarios pusieron sobre la mesa un 2% de reajuste. 

Según el economista consultado por este medio, es una sugerencia discrecional, ya que debería de considerarse como un incremento máximo tanto al Salario Mínimo Nacional como al Salario Básico. “Si se tiene un incremento superior al 2%, se estaría afectando al costo de producción que hace al precio del producto y esto le hace poco competitivo en el mercado, afectando la oferta de productos hechos en el país. Poco atractivo para realizar nuevas inversiones manufactureras”, agrega.

 

Otras consideraciones

Para un incremento salarial, según Buendía, el Gobierno debe considerar que si se da el aumento, significa una crecida en los aportes patronales que realiza el empleador obligatoriamente, que es el financiamiento del Seguro Social Obligatorio, que se calculan sobre el total ganado; en una empresa manufacturera se incorpora el bono de antigüedad, horas extras, bono de producción, dominicales y otros.

Asimismo, un aumento para las Cajas de Salud, así como en los pasivos sociales del empleador (previsiones para el pago de beneficios sociales, como aguinaldos e indemnizaciones y/o quinquenios). Finalmente, un aumento en los aportes Pro-vivienda. 

Por otro lado, el economista entrevistado considera que en Bolivia no sólo se tienen trabajadores formales afiliados a la COB, sino que se estima que deben existir más de 600.000 microempresarios, que son trabajadores por cuenta propia que no gozan de beneficios sociales ni de un horario de trabajo. 

Entonces, analiza, se debe tomar en cuenta que el sector de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MyPyMEs) del país es también una comunidad trabajadora y, como parte de esa comunidad, las mismas comprenden el impacto que causan. 

“Por lo tanto, el sector de las MyPyMEs es el motor principal del crecimiento económico. Es la base de la que dependen el desarrollo social y los sistemas de educación, sanidad y seguridad social en el país. En otras palabras, no debería de ser perjudicado este sector”, sostiene el economista.  

Posición de los obreros

El pasado 4 de abril, el ejecutivo de la COB, Juan Carlos Huarachi, informa a la prensa que en el ampliado nacional que se realizó en la ciudad de Tarija los trabajadores determinaron pedir al Gobierno nacional un incremento del 12% al salario básico y 10% al mínimo nacional, para esta gestión.

“Llegaron 38 propuestas, mediante ello se ha sacado un porcentaje, estamos hablando de una propuesta de incremento salarial al salario básico de 12 por ciento y un 10 por ciento al salario mínimo nacional, eso se ha consensuado con todas las organizaciones que han asistido a este ampliado nacional de la Central Obrera Bolivia”, informaba a los periodistas.

Después de ese ampliado, los máximos dirigentes obreros esperaban agendar una reunión con el presidente Evo Morales, para presentarle el pliego petitorio consensuado, entre unos 40 sectores que participaron en ese ampliado.

“Fue importante la exposición y el debate en torno al incremento salarial que plantearon los diferentes sectores, en base a eso se sacó un porcentaje consensuado para el incremento. También se plantea que todos los sectores deben estar incorporados para que puedan percibir el incremento salarial”, indicó Huarachi.

Por su parte, el secretario de Seguridad Social de la COB, Boris Villa, afirmó que se debe negociar un “incremento justo” para los trabajadores, pero “que no vaya a afectar a los empresarios privados”. “La propuesta es una base de negociación que se va a presentar al Gobierno nacional, en base a eso esperamos que los trabajadores podamos tener un incremento justo, que no sea exagerado para que no haya justificación para que hablen los empresarios de despidos”, agregó.

Posición empresarial

Sin embargo, al otro frente, los empresarios sostuvieron que desconocen las bases sobre las cuáles los obreros están solicitando este incremento salarial, puesto que los análisis económicos no encuentran un sustento técnico que pueda soportar un incremento salarial del 12% sin dañar la economía del país y la estabilidad de las empresas.

Para el sector privado, Bolivia se encuentra ante un cambio de ciclo y la realidad del país muestra que las ventas se han estancado y las utilidades han caído por quinto año consecutivo, lo cual pone en una situación complicada a todas las empresas.

Se considera que un incremento salarial, como el propuesto por la COB, representa que las empresas privadas deben erogar alrededor de $us 1.100 millones, en un contexto que no es el más favorable.

Los empresarios consideran importante que el gobierno respete lo pactado en foros internacionales, como el Convenio 117 y 144 de la Organización Internacional del Trabajo, donde el Estado boliviano se compromete a poner en práctica los procedimientos que aseguren consultas efectivas, entre los representantes del gobierno, de los empleadores y de los trabajadores.

Para el empresariado, la estabilidad económica y el crecimiento del país son un patrimonio de los bolivianos y  es necesario que entre todos se la proteja para generar más desarrollo y empleo.

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