Riesgo País: contexto y situación de Bolivia a 2019
En junio pasado, la agencia internacional de calificación crediticia Fitch Ratings ratificó la calificación de incumplimiento de emisor en moneda extranjera a largo plazo de Bolivia de “BB-” y posicionó su perspectiva de “estable” a “negativa”.
La determinación de riesgo país es muy importante para la toma de decisiones de los inversionistas u otros financiadores externos, considerando tanto la rentabilidad esperada, como el riesgo de recuperación de la inversión realizada.
Para el país receptor, el indicador de riesgo país indica su situación financiera, económica, política y social. Esta situación está representada por una determinada calificación en el ámbito internacional, la cual indica si un país es considerado sujeto de crédito. Para una nación, el indicador de riesgo país define la posibilidad de lograr un financiamiento externo a un menor costo de capital.
Es definida por agencias calificadoras internacionales, como una evaluación, tanto de la voluntad, como la capacidad de pago de un Estado para hacer frente a sus obligaciones con el sector privado. Partiendo de esa definición, la calificación de riesgo país otorgada por las agencias internacionales es un parámetro útil al momento de invertir en títulos valores de un determinado país.
Calificadoras de Riesgo
La estimación del riesgo país es realizada por cuatro agencias a nivel mundial: JP Morgan, Standard & Poor's, Moodys y Fitch Rating. En 1924, Fitch introdujo el sistema de calificación de AAA a D, que se ha convertido en la base de las calificaciones en todo el sector. Con planes para convertirse en una agencia de calificación de ámbito mundial y servicio integral, a finales de los 90 Fitch se fusionó con IBCA en Londres, filial de Fimalac S.A., un grupo de empresas francés.
En 1914, Moody’s Investors Service comenzó a ofrecer calificaciones de todos los mercados de bonos gubernamentales del momento. En los años 70, Moody’s empezó a calificar efectos de comercio y depósitos bancarios, convirtiéndose en la agencia de calificación a gran escala que es hoy en día.
En 1941 se constituyó Standard and Poor’s Corporation, que fue adquirida por The Mc Graw-Hill Companies, Inc. en 1966. Standard and Poor’s se ha convertido en la más conocida por índices como el S&P 500, un índice bursátil que es tanto una herramienta para el análisis de los inversores y la adopción de decisiones, como un indicador económico.
Agencias calificadoras en América Latina
En la década de 1980 se funda la primera agencia calificadora de riesgo en América Latina, la empresa Poor’s realizaba calificaciones en la década de 1920, llegando a cubrir todos los países latinoamericanos y otro tanto hacía Standard Statistics en la década de 1930.
Esas dos empresas se fusionaron y hoy es como Standard & Poor’s, que ha realizado calificaciones durante el transcurso de los años. En América Latina, la primera calificadora de valores se autorizó en Chile en 1988 y fue a la agencia calificadora de riesgo Humphrey´s Ltda., que era una filial de Moody´s para el análisis de riesgo. En 1990, el segundo país de la región, donde se constituyó, fue en México. (Pérez, 2012).
En la práctica, este riesgo país se ha transformado en un indicador de la solvencia de un país y de la calidad de determinantes políticas económicas medidas desde la lógica de los acreedores de la deuda externa. Y esta medición sirve para sostener su influencia, con el apoyo de consorcios transnacionales y de los organismos multilaterales de crédito, con la complicidad de grandes grupos de poder de nuestros países y de los principales medios de comunicación vinculados a ellos. (Lapitz, Grofinkiel, Acosta & Gudynas, 2005).
De acuerdo al índice, Chile es el país con menor riesgo, con un rendimiento en sus bonos de 1,07% por encima de los bonos libres de riesgo. En segundo y tercer lugar se encuentran Perú y Uruguay, con un rendimiento en sus bonos de 1,23% y 1,35% por encima de los bonos del Tesoro de Estados Unidos. El país con el mayor riesgo país es Venezuela, dado que los rendimientos de sus bonos son de 48,41% por encima de los bonos libres de riesgo, lo que hace que sean impagables para cualquier economía del mundo.
Análisis Riesgo País para Bolivia
Las calificadoras en nuestro país son denominadas Entidades Calificadoras de Riesgo y están constituidas como sociedades anónimas de objeto exclusivo. Deben estar inscritos en el RMV (Registro de Mercado de Valores), y así poder obtener la autorización de la ASFI (Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero), para poder operar en el mercado financiero boliviano.
Las calificadoras deben, además, mantener a disposición del público, a través de RMV, sus metodologías de calificación. Asimismo, las calificadoras mantienen un Comité de calificación responsable de emitir las opiniones sobre las categorías de riesgo a otorgar.
Las más grandes calificadoras de riesgo en el mundo, Fitch, Moody’s y Standard & Poor’s, tienen oficinas en Bolivia. En el año 2005, Bolivia tenía una calificación de B-, considerada como una relativa baja calificación. En 2012, subió de B+ a BB- con perspectiva estable. La calificadora de riesgo Fitch Ratings, el año 2015, indica que la calificación de riesgo de la economía boliviana subió de BB- a BB. La última actualización de riesgo país que la agencia calificadora Moody´s le otorgó a Bolivia fue en agosto del año 2017, dándole una calificación de Ba3 (estable). La última actualización de la agencia Standard &Poor’s (S&P) fue en mayo de 2018, cambió CCC- (negativa) a BB- (estable), la misma calificación de riesgo país que le otorgó la agencia calificadora Fitch.
Luego de este interesante levante de la economía boliviana de 2005 a 2018, en junio de 2019, la agencia internacional de calificación crediticia Fitch Ratings, la tercera más importante en el sistema financiero del mundo, ratificó la calificación de incumplimiento de emisor (IDR) en moneda extranjera a largo plazo de Bolivia de “BB-” y posicionó su perspectiva de “estable” a “negativa”.
Sin embargo, la agencia Moody’s hasta abril de 2019, mantiene una calificación soberana para Bolivia de Ba3, con fortalezas como su crecimiento económico sostenido en los últimos años y riesgos por la dependencia de los hidrocarburos. En este contexto, a mayo de 2019, la firma calificadora de riesgo Standard &Poor’s (S&P) mantiene la calificación de Bolivia BB- con perspectiva estable en un entorno económico internacional complejo.