El mundo unido a través del kimono
Países hermanados por una tradición milenaria. Los hilos entretejen las historias de las naciones y muestran su cultura. El proyecto busca promover una cultura de paz y esperanza mundial.
Por: Natalia Salazar, corresponsal en Japón
Fotos: One World Kimono Project
La iniciativa Imagine One World Kimono Project forma parte de la magnífica contribución cultural del Japón al mundo. Se trata de un proyecto que surgió en 2014, luego de que Tokio fuera elegida como ciudad anfitriona para los Juegos Olímpicos 2020.
El objetivo fue elaborar 213 kimonos representativos de cada país y región que participa en dicho evento deportivo. Como sabemos, las Olimpiadas de Tokio se pospusieron, pero esto no fue un impedimento para que la belleza creativa de la cultura japonesa siga manifestándose en el mundo, en esta oportunidad, a través de la maestría artesanal de sus kimonos.
La Secretaria Ejecutiva del Proyecto, Orie Shimizu, cuenta que este gran sueño, inspirado en la canción Imagine de John Lennon, se concibió vislumbrando “el mundo cómo uno solo” y con el principal propósito de promover un mensaje de paz, esperanza y amistad que se busca materializar a través de la famosa vestimenta de origen japonés.
Las 213 prendas elaboradas para esta iniciativa fueron creadas por destacados artesanos de varias ciudades del Japón que, a través de las técnicas tradicionales de teñido y tejido, han dado vida a hermosos diseños que representan el patrimonio cultural, natural e histórico de cada uno de los países y regiones.
Los kimonos y obis (fajas) han sido cuidadosamente trabajados y cocidos a mano, cada hilo y puntada hacen de cada pieza una verdadera obra de arte, que requirió cerca de un año de elaboración y un costo unitario de producción promedio de un millón de yenes (alrededor de $us 10.000), que han sido cubiertos por patrocinios y donaciones, explica Shimizu.
EL KIMONO BOLIVIANO
Bolivia también tiene un kimono representativo y al igual que para todos los países y regiones, se han seleccionado esmeradamente los patrones de cultura y belleza natural, considerando así el altiplano, los valles y llanos bolivianos y respetando celosamente cada símbolo y detalle plasmado en cada una de las piezas.
El diseño y elaboración de ambos elementos se realizó en la prefectura de Kyoto; por un lado, el kimono estuvo a cargo del artista Kei Takahashi y por otro, el obi, de cuatro metros de largo, por la Casa de Artesanos Nishiki-Kogei.
En el kimono de Bolivia, claramente se puede identificar el galardonado Salar de Uyuni, elegido como uno de los destinos turísticos favoritos de los japoneses, pues a decir de Shimizu, “es considerado un espejo del cielo que se ha convertido en un lugar que todo japonés desea visitar”.
Asimismo, el Tata Inti, deidad de la mitología incaica, representado con detalles de dicha cultura y que extiende sus rayos en todas las direcciones. De igual forma, tejidos incaicos, en la parte inferior de la prenda de vestir.
También se utilizó la imagen del cóndor, sobrevolando las montañas, como símbolo de la grandeza de los Andes, y las flores nacionales Kantuta y Patujú en plena floración.
Otro de los atractivos turísticos importantes, es el Parque Nacional Noel Kempff Mercado, Patrimonio de la Humanidad, que se encuentra representado con cascadas en la parte inferior izquierda de la prenda de vestir.
La combinación simétrica de todos estos elementos toma la forma perfecta sobre un lienzo de color azul vibrante que representa el cielo boliviano, de forma tal, que cuando se tenga que utilizar, el diseño se pueda lucir adecuadamente.
Por su parte, el obi fue creado a partir del patrón Inca, realizando una fusión con el patrón simétrico japonés Sochou que dio como resultado una maravillosa combinación de dos aves, simbolizando la amistad entre Bolivia y Japón.
Finalmente, para Shimizu, la cultura se constituye en un factor importante para transmitir un mensaje de paz y amistad, más aún en estos momentos en el que el mundo se enfrenta a una gran dificultad, “ahora es difícil reunirse y tomarse de las manos, pero estamos seguros que cuando todo esto pase, lo haremos, nos tomaremos de la mano y uniremos el mundo a través del kimono”, manifiesta, dejando abierta la posibilidad de que en el futuro, el kimono boliviano viaje hasta nuestro país y para que pueda ser apreciado por la población.
De esta forma, la iniciativa japonesa “Imagine One World Kimono Project” se ha convertido en el puente cultural que une a los países y regiones del mundo, a través de un cálido mensaje de respeto mutuo, compartiendo la elegante expresión del arte y belleza a través del kimono y dejando en claro que cualquier creación artística que nace de corazón a corazón puede trascender fronteras.
