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Herencia el singani Ultra Premium de lujo con innovación científica

Con la tecnología e investigación como punta de lanza, este singani promete sorprender por sus singulares características técnicas y calidad

Kuhlmann & Cia. Ltda., la bodega más antigua de Bolivia, presentó en un evento virtual a la prensa nacional el singani Herencia, un destilado ultra premium de lujo que deleitará al mercado nacional e internacional, que quedará cautivado por la bebida más perfecta jamás elaborada en Bolivia.

Se trata de un producto innovador en cuanto a sus características técnicas y bases científicas. “El proyecto de singani Herencia nace el año 2008, cuando comenzamos a realizar las primeras investigaciones con aval científico para el singani, siendo la bodega pionera en tecnología e investigaciones”, explica el enólogo y gerente de producción Franz Molina Conzelmann.

A lo largo de la investigación, los enólogos descubrieron que se podía mejorar el tradicional proceso de producción del singani no sólo gracias a la tecnología incorporada, sino a la forma de elaboración del vino base para el destilado, creando un singani de excelencia sustentado por bases científicas.

“Después de varios años de trabajo, lanzamos al mercado el singani más perfecto jamás elaborado”, asegura el enólogo con convicción, pues  para su producción la bodega desarrolló el primer estudio científico del singani a nivel mundial.

 

PRODUCCIÓN

Para crear una botella de Herencia, se utilizan 67 kilos de uva Moscatel de Alejandría, puesto que solamente se usa núcleo del corte del corazón de la destilación. Esta característica lo posiciona como el producto más puro del mercado.

A esto se suman otras particularidades como, por ejemplo, que los viñedos son regados con aguas del manantial de la Hacienda Vivicha del Valle de los Cintis, perteneciente a la bodega y que la uva se cosecha en el punto exacto de madurez.

El resultado es un singani sutil, con aromas elegantes a cascara de naranja, duraznos blancos, peras y notas florales como el jazmín.

El primer lote de Herencia cuenta únicamente con 3.000 botellas, pues se trata de un producto exclusivo que necesita reposar durante 10 años en tanques de acero inoxidable para lograr sus características organolépticas perfectas.

El vanguardismo de Herencia rinde homenaje a la vid, a la tierra y a Franz Kuhlmann, el visionario fundador de la bodega, prometiendo dejar en alto el nombre del singani boliviano.

 

LA BODEGA

Bodegas Kuhlmann es la bodega boliviana con más exportaciones, con mercados consolidados en Alemania, China, Estados Unidos, Japón, México y Suiza.

La bodega genera empleos a más de 50 familias productoras de vid, además de tener políticas de inclusión de género, que impulsan una contratación igualitaria de mujeres.

Con su visión amigable con el medio ambiente, la bodega es la única de la región que cuenta con su propia planta de tratamiento de aguas residuales, además de tener sistemas de eficiencia hídrica en toda su planta, logrando optimizar su consumo de agua en un 96%.

 

EL SINGANI, EL DESTILADO DE BOLIVIA

El singani, como menciona la experta Elvira Aldaz, es un destilado de uva originario de Bolivia. Se produce a partir de uva Moscatel de Alejandría y cuenta con una Denominación de Origen, lograda en febrero de este año gracias a la gestión de la Canciller Karen Longaric, que limita las zonas donde puede producirse.

El jugo de la uva se fermenta durante siete días y se destila en alambique hasta alcanzar unos 70 grados. La normativa no permite agregar azúcar pero sí agua para rebajarlo hasta 40 grados de alcohol. El singani, continúa Aldaz, no se envejece y su materia prima goza de unas condiciones ambientales muy diferentes a la de los dos países vecinos de Bolivia, Chile y Perú.

Respecto a los orígenes, existen registros anteriores a 1658 que hablan de la destilación de uva en Bolivia pero fue a mediados del siglo XIX, en una finca de Potosí llamada Sinkani o Singani, donde empezó a producirse, embotellarse y comercializarse como tal. Se conoce que 4.000 familias trabajan directa o indirectamente en su elaboración.

El espaldarazo definitivo para que el singani atravesara las fronteras del país fue el rodaje de la película del Che en tierras bolivianas. Su director, Stephen Soderbergh probó este destilado y quedó fascinado hasta el punto de comenzar un proyecto para elaborar su propia marca e introducirla en Estados Unidos. Lo llamó Singani 63 por su año de nacimiento y porque el singani en su país todavía no se reconoce como una categoría de destilados (allí se clasifica como brandy sin envejecer).

El área principal de producción es Tarija, cuyos viñedos están a gran altura, entre 1.800 y 2.200 metros sobre el nivel del mar. Este es uno de los principales rasgos del singani, la altura a la que se cultiva la uva le da sus características organolépticas y hace que preserve mejor los aromas.

 

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