La vacuna cada vez más cerca, pero ¿estamos listo con la logística en Bolivia?
Cuando empecé a escribir esta nota en Londres, 66 centros de salud, iniciaron la vacunación de los sectores más expuestos es decir el equipo de sanitario con todos sus participantes: médicos, enfermeras, admirativos, seguridad, y limpieza.
Fue una gran esperanza que comenzó el 8 de diciembre, ¿pero que, tan pronto podrá llegar a Bolivia?, ¿qué tan viable es poder usar la vacuna Pfizer, en la población boliviana?, ¿podrá el gobierno nacional y sus todas las entidades relacionadas a la cadena de importación, logística y distribución cumplir los requisitos de la cadena de frio de esta vacuna u otras?
En un análisis rápido, entenderíamos que la vacuna de Pfizer, no es muy viable, al no tener el país, por lo menos en el corto plazo, la capacidad logística para cumplir con el requisito de -70 grados centígrados que se necesita para su conservación. Esto se convierte en uno de los obstáculos más grande, más en un país con tantos problemas de acceso a sus comunidades más alejadas.
Pero ahí podemos empezar a tener en un punto a favor, mientras en Europa y Estados Unidos están viendo cómo organizar un proceso de vacunación masiva, Bolivia las hace normalmente. Cada año tenemos que enfrentarnos al Dengue, al Chikunguya y otros, lo que nos hace permitido establecer un buen sistema de distribución de las vacunas y de asegurar su correcta aplicación, teniendo también el equipo capacitado para hacerlo.
Por lo tanto, estamos ante un panorama más alentador de lo que pensábamos en términos de logística nacional.
Otro punto que juega a nuestro favor es que la dispersión de nuestras comunidades rurales que son de por si más vulnerables, ya sea por ser personas de más de 60 años o por no contar con un socorro sanitario oportuno, hace que el virus no se ha propagado con la intensidad que lo hace en las grandes ciudades. Esto nos da un compás de espera, para poder establecer una cadena de logística de distribución más elaborada y compleja. Pero no debemos olvidar que este tiempo no es infinito, debe ser como máximo, durante el primer semestre de la gestión 2021. Si es que las autoridades quieren evitar la segunda ola que se presentará de acuerdo al comportamiento del virus durante el invierno austral es decir entre mayo y septiembre.
PREPARACIÓN
¿Entonces qué es lo que tendríamos que estar preparando?, la cadena de ingreso es decir si va a traer un distribuidor externo, no el Estado, que esté inscrito en todos los registros que la pesada burocracia de los ministerios, tener los permisos ya sean tramitados tomando en cuenta que mucho de ellos demorarán ente 3 o 6 meses en ser otorgados, que aduana nacional vea con los administradores de los recintos de almacenaje, la capacidad de recepción y refrigeración de la vacuna elegida y que seguramente tendrán que hacerse despachos de emergencia, para que puedan estar en menor tiempo posible en el medio de transporte y pasar a los camiones frigoríficos, son algunas de las interrogantes que surgen.
También se debe considerar quien transporta la carga, muy pocas líneas áreas de carga pueden ingresar a Bolivia, es decir que tienen las rutas establecidas, buscar un HUB de distribución dentro de la región por lo tanto es la mejor opción.
¿Será posible que nuestra fuerza área o nuestra aviación comercial pueden destinar aviones de pasajeros vacíos como los hizo Chile y/o España en el momento más álgido de la pandemia para poder traer suministros de China? ¿O tendremos que contratar como Estado vuelos charters de cargueros con buena capacidad de carga?
El viaje no sería tan largo, tomando en cuenta que Brasil está solicitando producir y distribuir muchas de las vacunas que ya están en los procesos de prueba fase 3.
Es importante que todas estas interrogantes se las vaya contestando por lo menos de puerta para adentro, porque sin lugar a dudas, la vacunación masiva es la clave para lograr no solo el tan ansiado control del virus, sino también la capacidad de alcanzar una “inmunidad de manada” que nos permitiría poder volver a una normalidad más o menos parecida a la que teníamos antes de la aparición del COVID 19.
Hay que recordar que los grandes perdedores políticos son aquellos gobiernos, que han demostrado un mal manejo o un manejo débil de la pandemia, siendo está a mi modo de ver, uno de los mejores “Jefes de campaña” que yo tenga registro.
El tema da para escribir mucho y si me lo permiten iré explicando el avance de la Odisea de La Vacuna, como muchos que trabajamos en logística hemos pasado a llamar, lo que será la campaña de distribución logística nunca antes vista en la historia de la humanidad. Sobre todo, por la cantidad de dosis que se van a necesitar repartir en un periodo relativamente corto de tiempo.
Lo importante es tener las políticas claras y eso debe partir de las cabezas, que esperemos que cuenten con equipos capacitados, pero por sobre todo “experimentados”, porque ante semejante desafío es muy válido decir más sabe el diablo por viejo que por diablo.
Volveré pronto con un capítulo más de este vital e interesante episodio de la historia de la humanidad.
María Cecilia Angulo Torrico, es comunicadora social, corresponsal de LIBRE EMPRESA en Santa Cruz y experta en logística.