Cochabamba y Santa Cruz con esperanzas
El llamado eje troncal de Bolivia -compuesto por La Paz, Cochabamba y Santa Cruz- representa hoy casi el 80 por ciento del movimiento económico en el país. Las tres regiones juntas representan también similar porcentaje en población.
En su mes aniversario, en la presente edición hacemos un balance de la situación en que se encuentran Cochabamba y Santa Cruz, donde se advierte que el enfriamiento económico es una constante en los últimos años, a consecuencia de, principalmente, la baja de las exportaciones de gas y minerales que afecta a todo el país.
En el caso de Cochabamba, que este 14 de septiembre festeja un nuevo aniversario de su independencia, la situación sigue siendo preocupante, porque a la ausencia de liderazgo regional se suma la crisis en el gobierno municipal de Cercado, que en gran medida golpea a la economía debido a la falta de inversiones y la postergación de obras de desarrollo urbano.
Es de vital importancia para el presente y futuro de la región, que las autoridades del sector público local y departamental se sienten en una mesa con los representantes del empresariado privado, además de otras instituciones, para definir de una vez por todas un plan de desarrollo estratégico a mediano y largo plazo, que sea aplicado sistemáticamente más allá de los colores políticos o de las autoridades de turno.
Sin embargo, a pesar de la falta de una estrategia de desarrollo regional, a pesar de la ausencia de liderazgo, Cochabamba mantiene una dinámica importante por dos hechos fundamentales: el primero son las millonarias inversiones estatales concretadas para diferentes proyectos de gran envergadura, como por ejemplo los campos deportivos para los Juegos Suramericanos 2018.
Y el segundo hecho destacado está representado por la actividad privada empresarial de los emprendedores cochabambinos, aquellos que sin recibir ningún tipo de aliento de parte del Estado, remando además contracorriente, persisten, se arriesgan y apuestan con acciones creativas e inversiones que generan empleos y movimiento económico en general.
Por su lado, Santa Cruz, que este 24 de septiembre también está de aniversario, no deja de avanzar a paso acelerado en comparación al resto del país. Y si bien en estos últimos años también ha sentido los efectos de un menor crecimiento de la economía nacional, las inversiones privadas nacionales y extranjeras continúan dinamizando a esta próspera región.
Y para ambas regiones se están configurando nuevos escenarios de desarrollo para los próximos cinco años. Se trata, por un lado, de la construcción de la doble vía, que tiene un importante avance por el lado oriental, que se empalmará hacia el occidente para llegar a La Paz. Por otro, el aún proyecto de corredor ferroviario bioceánico, que de concretarse será el factor de un desarrollo sin precedentes no sólo de las tres regiones que componen el eje troncal, sino del país en su conjunto.
Por tanto, en este mes aniversario, más allá de las frustraciones y problemas, Cochabamba y Santa Cruz pueden celebrar con esperanza, pero sobre todo mirando con optimismo y decisión de trabajar más por el bien de las futuras generaciones.
Actualmente se están dando importantes condiciones en materia de infraestructura, entre Cochabamba y Santa Cruz.