Urge un régimen especial para emprendimientos
Más legalidad y menos mortalidad en el sistema tributario boliviano, que es inadecuado y obsoleto.
Tras un análisis sobre el sistema tributario y el Código Tributario vigentes, el Gerente General de la Cámara Nacional de Comercio de Bolivia (CNC-Bolivia), Gustavo Jáuregui, aseguró que no están acordes a la realidad y que generan un alto índice de mortalidad de empresas formales antes de que cumplan cinco años de existencia.
Basado en datos oficiales, mostró que la tendencia es la creación de empresas unipersonales, el 87% de las inscritas en Fundempresa tienen esta característica, y destacó un trato tributario más acorde a la realidad de los profesionales independientes; sin embargo, observó que los nuevos emprendimientos en lugar de ser incentivados, son ahogados antes de madurar. Dijo que el índice de mortalidad de emprendimientos formales es del 60% en los primeros cinco años.
En su criterio, ¡un régimen especial! para emprendimientos posibilitaría la maduración de empresas, una mayor formalidad, pero también el impulso a sectores potenciales no tradicionales, tanto en el ámbito sectorial como en el regional.
«En Bolivia tenemos un sistema tributario y lo vamos a dividir en dos partes: por un lado, la regulación del pago de impuestos y, por otro, la normativa tributaria que es todo lo que concierne a la legislación. En esta parte tenemos una norma madre que es el Código Tributario que, lamentablemente, ha quedado poco vigente para la realidad actual. Varios códigos han entrado en vigencia en una etapa muy distinta de la industrialización en el país y hoy tenemos industrias 4.0, software, tecnología y el mundo ha cambiado muy radicalmente; nuestra normativa también debería cambiar del mismo modo, pero no ha sido así», explicó el ejecutivo.
Adecuación
Para él, uno de los problemas estructurales que enfrenta el país es que su sistema tributario y el Código Tributario no están acordes a la realidad de las relaciones comerciales que tiene hoy en día el mundo.
«Bolivia no vive aislada, más al contrario, vive relacionada con sus vecinos a través de la Comunidad Andina, el Mercosur y diferentes bloques y acuerdos de relación comercial. Somos grandes importadores de la China, tenemos relación y exportamos a Estados Unidos, exportamos a Brasil y a Argentina y a varios países más. Existe una relación comercial con el resto del mundo, donde han cambiado las formas de comerciar, y en el país también estamos haciendo lo mismo, pero lo que no ha cambiado son las reglas», reflexionó.
Para demostrar que las reglas han quedado obsoletas en la forma de hacer transacciones, Jáuregui se refirió al comercio electrónico, actividad que abre un conflicto con el Servicio de Impuestos Nacionales porque el ente que tiene que regular y administrar aspectos tributarios no puede hacerlo porque el código y el sistema que aplican no se lo permiten. Esas reglas son de la década de los 70 y en esa época no había el comercio electrónico que hoy sí existe.
«Un nuevo sistema tributario viene agarrado de un código tributario que regule, que sea además muy versátil. La forma de producción ha cambiado en 50 años y la industria 4.0, que es la que estamos viviendo ahora, ha cambiado en menos de 20 años. Los procesos de desarrollo de la industria, del comercio y de casi todas las actividades se están dando de manera mucho más acelerada. Todo cambia mucho más rápido de lo que cambiaba antes, por el impulso tecnológico», sentenció.
Este rezago afectó la posibilidad y la capacidad de regular porque primero llegó el cambio y luego las acciones para adecuar al país a esas transformaciones, razón por la cual Jáuregui sugiere generar un sistema tributario versátil para poder regular los diferentes procesos o acciones que se vayan generando, como en los casos de Airbnb o Uber, dos ejemplos que merecieron la atención de las autoridades tributarias.
Obsoleto
El Gerente de la CNC -Bolivia considera que el tema de fondo es el sistema que fue modificado en 1986 con el decreto 21060. «Es entonces que nacen los diferentes y principales impuestos que tenemos actualmente. Luego el IUE (Impuesto sobre las Utilidades a las Empresas) fue creado en 1996 bajo el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada y hasta ahora tampoco ha sido modificado. Son herramientas que han quedado obsoletas no solo para las empresas, sino también para el Estado, que busca generar mayor recaudación para utilizar esos recursos en obras públicas», recordó.
Como representante de un sector del ámbito privado, Jáuregui dijo que como en todo el mundo se debe pagar impuestos, pero pidió que tanto el sistema tributario como sus mecanismos estén acordes con los cambios tecnológicos del comercio y con la oferta de bienes y servicios. Adicionalmente recomendó que deben ser coherentes con los sistemas tributarios de los países con los que Bolivia hace negocios.
«Hemos estado con el Paraguay en una reunión y algo que ha destacado el Canciller de ese país, ese día, es que ellos tienen un sistema escalonado de pago de impuestos en función a diferentes consideraciones; si ellos, por ejemplo, han hecho crecer su industria farmacéutica ha sido por varios factores y uno de ellos ha sido porque el pago del IVA (Impuesto al Valor Agregado) en el sector farmacéutico para la industria nacional paraguaya es del 5% comparado con el 13% que pagamos en Bolivia en todos los sectores. Entonces, creo que debe haber un incentivo en sectores potenciales. Lo que se debería tomar en cuenta al momento de cambiar el sistema tributario es ver qué impuestos se deben generar, cuáles se deben mantener y a qué niveles aplicar cada uno de estos», ejemplificó.
Motivar
También advirtió que el sector extractivista, principalmente la venta del gas, está disminuyendo y desacelerando nuestra economía, por lo que recomendó fortalecer a otros sectores, tal vez menos tradicionales; aprovechar por ejemplo el potencial en las manufacturas de cuero. Es decir, propone generar un sistema tributario para motivar ese sector como Paraguay lo hace con el farmacéutico.
Otro ejemplo al que acudió es el de desarrollo de software que se hace en Cochabamba, donde se ha creado un ecosistema con base en Jalasoft, que toma en cuenta pequeños emprendimientos que van alimentando al eje. Sin embargo, advirtió que esto no es estrictamente tributario, sino que tiene que ver con el nivel de ingresos de cada región y con el reto de romper asimetrías.
«Entonces, ¿por qué no pensar en un sentido tributario a nivel sectorial y a nivel regional? Porque, además, esto nos ayudaría a romper esas asimetrías que existen a nivel regional, porque no es lo mismo el aporte al Producto Interno Bruto (PIB) de Santa Cruz que el de Tarija o el de Chuquisaca. Es decir, lo que podríamos hacer es un análisis transversal, regional y sectorial, ver cuáles son los potenciales de las regiones y en qué sectores, y tratar de buscar ese cupo de incentivos tributarios que además generen potenciadores a los departamentos que hoy por hoy los requieren», cuestionó.
La propuesta que hizo Jáuregui es crear un «Régimen Especial para Emprendimientos Nuevos», porque consideró que, en el sector empresarial, cuando inicia un emprendimiento, tiene una etapa previa de por lo menos cinco años para asentarse. Por ello, en lo académico, había entre cinco y siete años para poder hacer sostenible una empresa naciente, aunque también hay casos más exitosos; eso es relativo.
Elaborado por: Gustavo Jáuregui - Gerente General de la Cámara Nacional de Comercio de Bolivia (CNC - Bolivia).