Apuntes sobre el 5 G en Bolivia
Texto: Marcelo Durán Vázquez
Infografía: Internet
5G es la definición de Quinta Generación en telefonía móvil. 1G permitió las llamadas telefónicas, 2G trajo el mensaje de texto o SMS, 3G el inicio de la conexión a internet, 4G un internet de alta velocidad, para streaming por ejemplo, y ahora 5G es el salto cuantitativo en velocidad y latencia.
El 2019, ENTEL hizo pruebas de esta tecnología en la feria Expocruz, donde los usuarios reportaron velocidades de hasta 1 Gbps. Es decir, más de 50 veces la velocidad actual en el mejor de los casos. Pero como toda tecnología, trae cierta polémica y las noticias recientes así lo han mostrado. Al respecto, varias cosas que decir.
Según la plataforma de medición de velocidad Ookla, y confirmado por la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes, no hay antenas instaladas en el país. De hecho, tampoco existen solicitudes de frecuencia ni menos planes comerciales.
Para entenderlo mejor, no sólo es necesaria la red de conexión, sino también los equipos que soporten 5G. Algunas marcas ya están lanzando teléfonos que incorporan 5G en su rango de señal, pero el tema se encuentra aún en proceso. Por eso, la pregunta no es cuánto sino cuándo. Por tanto la capacidad del mercado boliviano para adoptar esta tecnología será la que permita la llegada de esta tecnología. Es cuestión de tiempo.
Pero, ¿por qué tanta polémica? Seguramente viste videos o leíste mensajes en Whatsapp “alertando” sobre esta tecnología. Al respecto, hay que mencionar lo siguiente. Todas las tecnologías basadas en radiación (ondas de radio, microondas, satelital, telefonía y rayos X) son fuertemente investigadas por diferentes organismos. Comento sobre tres. El primero, y más importante, es de la Comisión Internacional para la Protección contra las Radiaciones No- Ionizantes que se dedica a investigar el efecto de tales radiaciones en el cuerpo humano. Y hasta la fecha, no hay evidencia de daño e impacto negativo. No sólo con 5G sino también con las otras formas de telecomunicaciones.
Por su lado, la Organización Mundial de la Salud tiene todo un capítulo dedicado a los campos electromagnéticos y desde hace décadas que están bajo estudios, para que esta entidad pueda emitir estándares y recomendaciones y tampoco hay evidencia sobre 5G y el daño en la salud. Finalmente, el Instituto de Ingeniería Eléctrica y Electrónica, que por su lado también estudia e investiga tecnologías basadas en campos electromagnéticos, ha obtenido el mismo resultado que las otras instituciones mencionadas.
Pero hay más, revistas científicas como Nature o la Fundación Americana del Cáncer llegan a la misma conclusión. De hecho, son instancias que sí han reconocido los peligros en otro tipo de radiaciones, las ionizantes, como los rayos X y que, por eso, se deben mantener altos rangos de seguridad para su manejo. Una simple radiografía requiere de todo un protocolo para disminuir ese impacto negativo. Por lo tanto, es importante leer y revisar fuentes verificadas, fuera del círculo de la conspiración que apela al “poder superior que oculta información”, y que es el leitmotiv para cualquier pseudociencia: terraplanistas y antivacunas entre otros.
Mira los hechos desde los ojos de la ciencia. Hechos antes que opiniones. Sociedad del Conocimiento antes que el Efecto Dunning-Krueger.